3 meses en Johannesburgo

Llevamos en este país 3 meses y aunque nos hemos acostumbrado a los horarios locos y los madrugones, nuestra casa súper cómoda y soleada y a un ritmo de trabajo intenso, seguimos un poco descolocados. Ya no queda ninguna de las 100 cajas de HK por abrir y todo está en su sitio, pero León sigue pidiéndonos todos los fines de semana pasar un ratito en la playa.

El 6 de Agosto llegaron nuestras cosas y fue un día duro, pero tan emocionante. Un cargamento enorme cargado de regalos, los Reyes Magos anticipados cuando íbamos descubriendo esa cafetera anhelada, los juguetes de los niños o el vestido favorito de Luna, que le regaló Roshani antes de venir.

Al mismo tiempo, yo experimenté mucha nostalgia y sentimientos encontrados. Aunque siempre podremos volver a Hong Kong, y volveremos (aunque sólo sea de vacaciones), parecía ya evidente que no había vuelta atrás, por lo menos por el momento.

Al día siguiente, un día frío de invierno celebramos, con todos nuestros instrumentos recién llegados de HK,  el  60 cumpleaños de Sophie, la que fue nuestra primera cuidadora-señora de la limpieza. Hicimos una mini fiesta con sus amigas, lo celebramos con dos tartas y los niños cantaron cumpleaños feliz en cuatro lenguas y repetidas veces. Sophie estaba visiblemente emocionada y feliz y pasamos uno de esos momentos súper agradables sintiéndonos en casa por primera vez en nuestro nuevo hogar.